Testimonio de Blandine Dancette, jugadora profesional de balonmano y ganadora de la medalla de oro en los Juegos Olímpicos de Tokio
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Testimonio de Blandine Dancette, jugadora profesional de balonmano y ganadora de la medalla de oro en los Juegos Olímpicos de Tokio

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Blandine Dancette, jugadora de balonmano y medallista en Tokio y Río, es una atleta inspiradora que está muy involucrada con los jóvenes. A sus 36 años, reflexiona sobre su carrera, los desafíos que ha enfrentado y su cambio de profesión. Desde sus inicios en el centro de formación del Nîmes HBC hasta su título olímpico en Tokio en 2021, su carrera excepcional refleja los recientes cambios en el balonmano femenino y también pone de manifiesto los desafíos que aún persisten.

Entrevistada por Julie Mongard, Jefa de Comunicación, Sport and Citizenship, y Eva Jacomet, Jefa de Asuntos de la UE, Sport and Citizenship.

¿Puedes contarnos sobre tu carrera?

Comencé a jugar balonmano cuando tenía 11 años en Saint-Etienne. En 2005 me uní al centro de formación del Nîmes HBC, donde firmé mi primer contrato profesional. Este club me dio la primera oportunidad de ser seleccionada para el equipo francés en 2009. Desafortunadamente, el club cerró en 2016. Continué mi carrera en Nantes, donde terminé con el título de Campeona de Europa. Al mismo tiempo, tuve el honor de representar a Francia en 115 ocasiones y obtuve la medalla de oro en los Juegos Olímpicos de Tokio en 2021 y la medalla de plata en Río en 2016.

Has participado en tres Juegos Olímpicos. ¿Qué significan los Juegos Olímpicos para un atleta de alto nivel? ¿Qué recuerdos especiales tienes?

Los Juegos Olímpicos son muy especiales, primero como una celebración del deporte, y también porque los atletas pueden encontrarse entre sí. Es una experiencia única y mágica. También estamos muy orgullosos de representar a nuestro país.

Recuerdo mis primeros Juegos Olímpicos en Londres, fue un sueño hecho realidad para mí participar en este gran evento deportivo y tener la oportunidad de conocer a otros atletas. Luego estuvieron los Juegos de Río, donde disfruté mucho en la cancha, a pesar de algunas dificultades (lesión). Ganar la medalla de plata fue un recuerdo fantástico, especialmente porque fue la primera medalla olímpica para el balonmano femenino francés.

Estos momentos subrayan la importancia de estar unidos y bien apoyados para ganar una medalla. Una competición nunca es sencilla, tienes que seguir creyendo hasta el final.

Tu carrera comenzó hace casi 20 años. ¿Cómo ha cambiado la actitud hacia el balonmano femenino durante este período?

El balonmano femenino ha progresado mucho y ha sido pionero en muchas áreas, llegando incluso a inspirar a otros deportes. Cuando comencé, muchas jugadoras aún eran semiprofesionales. Cuando llegué a Nîmes, fue el comienzo de la era profesional.

Esta profesionalización fue una gran ventaja, ya que nos permitió dedicar todo nuestro tiempo a entrenar, jugar y descansar. Dentro de la Federación también hemos visto cambios, como la igualdad en los premios en metálico para los medallistas hombres y mujeres, aunque todavía existen diferencias, como las dietas diarias cuando yo jugaba. Las dos medallas de oro en Tokio mostraron la inversión equitativa de la Federación en los equipos masculinos y femeninos.
Hoy en día, el balonmano femenino atrae a más patrocinadores, los salarios han aumentado y hay más espectadores en los partidos.

Hay más recursos disponibles para las mujeres, casi tantos como para los hombres. Sin embargo, todavía existen desigualdades, particularmente en la forma en que se percibe el deporte femenino y su tratamiento por parte de los medios de comunicación. Los medios necesitan darse cuenta de la importancia de dar un trato y financiamiento igualitarios al deporte masculino y femenino. Las atletas de élite deberían recibir más reconocimiento. En el Campeonato de Francia, es necesario hacer más para cubrir los partidos. ¡Los recientes cambios en la financiación y visibilidad del balonmano femenino ya son muy positivos!

El balonmano fue el primer deporte femenino profesional en adoptar un acuerdo colectivo para las jugadoras, marcando un avance en vacaciones, condiciones laborales y licencia por maternidad. ¿Qué opinas sobre el trato que se le da a la maternidad en este deporte?

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El balonmano fue pionero en reconocer la licencia por maternidad. El convenio permite a las jugadoras que esperan un bebé mantener su salario durante un año. La maternidad ahora es un tema menos tabú de lo que era, aunque los beneficios están limitados a unas pocas jugadoras de élite, porque es difícil recuperar el mismo nivel de rendimiento tras un embarazo. Los clubes están comenzando a entender esta realidad, y es importante que las discusiones continúen para que los planes de ser madre puedan llevarse a cabo de manera serena y abierta.

¿Por qué es importante para ti estar involucrada con la nueva generación?

No siempre es fácil para un joven jugador entender las implicaciones de una carrera como atleta de alto nivel, y gestionar sus proyectos deportivos, académicos y personales en paralelo. Mi experiencia puede ser una ventaja para ayudar a los jóvenes jugadores. Me gusta transmitir y compartir mi experiencia, mostrarles que una carrera está compuesta de altibajos y alentarlos a dar lo mejor de sí mismos. Es vital que comprendan que los fracasos y las lesiones son experiencias de aprendizaje. También espero recordarles lo importante que es no descuidar sus estudios, incluso cuando persiguen ambiciones deportivas. La carrera de un atleta de alto nivel generalmente termina alrededor de los 35 años, y es importante poder cambiar de carrera y hacer algo que les guste.

¿Siempre pensaste en lo que harías después de tu carrera deportiva?

Sí, siempre he pensado en mi futuro después del deporte. Incluso antes de ser profesional, estaba decidida a obtener un BTS, y he seguido formándome a lo largo de mi carrera. Durante mi último año como jugadora, empecé a buscar trabajo y me acerqué al grupo Realités, que había asumido la presidencia de mi club seis meses antes del final de mi carrera. Trabajé con el departamento de Recursos Humanos para encontrar un puesto que se ajustara a mis habilidades y capacidades.

Además de esto, la Federación ha implementado un programa de seguimiento para la «post-carrera», lo que me permitió beneficiarme de una evaluación de habilidades y apoyo financiero. La Asociación de Jugadores Profesionales de Balonmano también me respaldó en mi cambio de carrera. Este tipo de apoyo es esencial para los atletas de alto nivel, y me alegra que esté mejorando.

En conclusión, ¿hay alguna cuestión social que te interese particularmente?

La cuestión que me preocupa es el acceso al deporte para todos, especialmente para las niñas en áreas desfavorecidas y para las personas con discapacidad. El deporte no debería estar reservado solo para hombres o para una élite. Hoy en día hay más programas para que las mujeres puedan participar en actividades deportivas y disfrutar haciendo deporte.

La Actividad Física Adaptada (APA) también está cambiando para hacer que el deporte adaptado o paralímpico esté disponible para personas con diferentes tipos de discapacidad.

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